En el origen el ser humano nacia y vivía en libertad, su condición alejada de reglas sociales le daba una comunión con la naturaleza que le permitía experimentar un asombro extraordinario ante lo desconocido y la enormidad de todo aquello que lo rodeaba. Fue así como su espíritu se llenó de hambre de explorar y desafiar sus límites. Hoy los seres humanos habitan ciudades enormes donde la vida se ha vuelto cotidiana, vacía y arrogante. La belleza de asombrarse ante la majestuosa bóveda celeste, o aquél momento en que el ser humano vio y sintió el calor del fuego por primera vez, parece haber desaparecido.
En medio del ruido y el caos, la esencia soterrada del ser humano palpita entre escombros. Sin saberlo, su vida transcurre en una eterna búsqueda de aquello que perdió en el camino, porque no importa cuánto acumule o cuánto posea, la sensación de vacío y encierro siempre está ahí. En un arrebato de libertad, algunos hombres y mujeres han hallado un sendero de reconexión a cielo abierto.
El ritual comienza con el amanecer y consiste en reintegrarse como una parte del todo, dimensionar su existencia como algo único pero que no es más ni menos que todo lo demás. Una hoja, un riachuelo, un conejo royendo el pasto, ninguno es más, ni tampoco es menos. El ritual, reservado para unos pocos, implica rendirse ante la libertad y permitir que les vuelva a abrazar. Para ello, quien busca liberarse camina en silencio ese sendero, elige un espacio entre la hierba, se arrodilla y frota su cuchillo contra una piedra para hacer el fuego, fuego que permitió la existencia del cuchillo.
El fuego arde y la brasa dora la carne. Es el humano que vuelve a casa, así, hincado, en libertad. Fue así como Emberwood encontró la motivación de reconectar al ser humano con su esencia: vivir en libertad; pero antes debía crear y perfeccionar los elementos que le permitieran contar su historia y que se convertirían en el puente que reconectaría al ser humano con su primer origen.
Hoy inicia la misión. El resultado de esta travesía ha sido la suma de experiencias y aprendizajes, el descubrimiento de un antídoto para quien vive atrapado y la posibilidad de escribir historias que serán contadas de generación en generación. Ahora aquellas personas esclavizadas por el vacío de la monotonía y que viven con hambre de aventura serán halladas y liberadas.